sábado, 20 de noviembre de 2010

Ser Robot o no ser: lo que se juega en el deseo de negar nuestra humanidad


Ser robot o no ser:
lo que se juega en el deseo de negar nuestra humanidad

Lic. Carolina Martínez

Como “seres humanos” del siglo XXI, constantemente se evidencia nuestra dificultad para aceptar nuestra naturaleza humana, la cual lleva implícita la contradicción, la bondad, la maldad, la locura, el sufrimiento, nuestras “faltas”, miserias y la aceptación de nuestra propia muerte; bajo el entendido que no solo el ser humano se tendrá  que abocar a entender y lidiar con lo anterior ubicado en su persona, sino también en aceptarlo en el otro, llámese todos aquellos sujetos con los que interactuamos día a día: padres, hermanos, tíos, abuelos, primos, pareja, vecinos, amigos, compañeros de trabajo, y extraños. 

            En el presente artículo me abocaré a hablar del sufrimiento, entendido como aquella emoción que implica un desgaste en el psiquismo del humano, siendo evidenciado desde un nivel consciente y/o inconsciente; además de tener un impacto no solo en la salud, desde lo físico, sino principalmente desde lo psíquico-emocional-mental y social. Bajo el entendido de que muchos de los padecimientos físicos en la actualidad tiene una base desde lo emocional, dejando con esto más que claro la tesis de la relación y vínculo que existe entre mente y cuerpo. Sin embargo teniendo claro lo anterior, para el humano le es muy difícil entender y aceptar que parte de su sufrimiento, el cual puede depositarse en un dolor de cabeza intensos, colitis, cáncer, manchas en la piel, algún tipo de adicción (drogas, religión, juego, tecnología, personas, compras), insomnio, anorexia, bulimia, actitudes violentas, etc.  tienen que ver con algo que desde lo psíquico, se expresa y termina depositando en un malestar en el cuerpo. 

            Tomando en cuenta que el sufrimiento es de los cuestiones más naturales en el ser humano, habrá que entender que no podemos negarlo, ya sea con medicamentos, en los cuales la psiquiatría tiene un gran acervo en cuanto a la diversidad para tratar todo tipo de diagnósticos que previamente han sido establecidos por ellos mismos. Trastorno obsesivo compulsivo, Déficit de atención con hiperactividad, trastorno bipolar, Trastorno maniaco-depresivo, Trastorno de la personalidad, Trastorno generalizado del desarrollo, Trastorno depresivo, trastorno de ansiedad generalizada, trastorno de somotomofos, etc. en pocas palabras tienen forma de bautizar la subjetividad de miles de formas, claro su propios ineptitud en ocasiones no les alcanza a ser diagnosticada. 

            Entendamos que el sufrimiento es lo que también nos da las armas para ser más creativo, y poder canalizar nuestra “locura”, sintomatología o simplemente sufrimiento en algo que nos ayude a sanar; entendido que entre más se sufre, más existe la oportunidad de hacer algo bello de ese sufrimiento como lo puede ser un poema, una canción, un cuadro, etc. He ahí como los artistas que casualmente en nuestra sociedad y más en Nuevo León, son relegados, llámese poetas, escritores, pintores, músicos, cineastas, etc. digamos que preferimos dopar nuestra mente con los “creativos” programas de televisión local pasando desde programas infantiles que siguen sin enseñarles algo a los niños, ya que no saben lo que significa ser niño; programas para jóvenes que son muy pocos y curiosamente somos un país con una gran cantidad de jóvenes; y programas de adultos y que la gran mayoría se remiten a las tan desafortunadas telenovelas idiotizadoras de mentes.  

            Aprendamos a vivir con nuestra historia y con nuestro respectivo sufrimiento sin necesidad de tenerlo que dopar con medicamentos: litio, acido valproico, ritalin, novelas y programas de televisa, videojuegos, casinos, etc. Entendamos que en nosotros esta la cura, y claro en un medio cercano que nos ayude a contenernos para salir de las diversas dificultades con las que la vida nos sorprende. Tratemos de ser más humanos y menos robots.